Elefante, nombre común del mamífero
terrestre más grande que vive hoy en el mundo. En el pleistoceno, se extendía por todos los continentes, excepto la
Antártida y Australia. Hoy sólo quedan dos especies vivas de
elefantes: el asiático o indio, que vive en la India y en el sureste de Asia, y
el africano, que habita en la mayor parte del África subsahariana. Ambas
especies ocupan hábitats muy variados: bosques tropicales, zonas de sabana,
desiertos, estepas, valles de ríos y laderas de montañas, hasta alturas de
3.000 m, como el elefante africano en los montes Kenia y Kilimanjaro. La especie
asiática mide unos 3 m a la altura de la cruz, mientras que la africana mide 4
metros. Entre los representantes primitivos de este grupo están los
mamuts, que alcanzaban los 4,5 m de altura y los
mastodontes, algo menores; ambos sobrevivieron hasta los tiempos
del hombre paleolítico, que dejaron constancia de la presencia de estos animales
a través de las pinturas rupestres.
La trompa es la característica más notable de la anatomía del elefante. Es el
resultado de la transformación del labio superior y de la nariz en un órgano
alargado, muscular y carente de huesos. Este apéndice nasolabial es utilizado
para arrancar hierbas y hojas con las que alimentarse o para succionar agua. Los
elefantes actuales comen un promedio de unos 225 kg de materia vegetal al día y
beben hasta 190 litros de agua.
Los colmillos del elefante, que están profundamente encajados en el cráneo del
animal, son en realidad dos incisivos superiores muy alargados. Se han medido
colmillos de hasta 3,5 m de largo. Los elefantes comen tallos, hojas, hierbas
fibrosas, cortezas, bulbos y hasta madera, todos ellos alimentos de valor
energético bajo, por lo que se ven obligados a triturar y a masticar grandes
cantidades de comida al día, lo que supondría que sus dientes se
desgastarían pronto y en poco tiempo. El elefante ha resuelto este problema
reemplazando los dientes desgastados por otros nuevos. Los elefantes tienen
cuatro molares, dos en la mandíbula superior y dos en la inferior; consisten en
una estructura de unos 30 cm de largo y unos 10 cm de ancho. Las crestas de los
molares del elefante asiático son estrechas y de contorno ondulado, mientras que
las del africano no son onduladas y tienen forma de lazo. Los primeros molares
aparecen a los 13 o 15 años y cuando se desgastan son reemplazados por unos
nuevos (cuando el animal tiene entre 28 y 30 años); los segundos molares también
terminarán por desgastarse y de nuevo serán sustituidos por otros molares, esta
vez los últimos, que hacen su aparición a los 40 años de edad del animal y que
no se desgastarán hasta los 60 o 70 años, momento en el que el elefante muere
por ser incapaz de triturar la cantidad de alimento suficiente para sobrevivir.
Los elefantes son animales gregarios y la unidad social está constituida por la
familia, formada por una hembra adulta y sus crías de edades distintas. Varias
de estas familias se reúnen y forman rebaños que oscilan en número entre los
quince y los treinta individuos; los miembros de los rebaños suelen estar
emparentados y siempre son conducidos por una hembra adulta, la matriarca.
También se pueden unir varios rebaños y entonces se forman manadas de hasta mil
individuos. Los machos permanecen dentro de la manada mientras son inmaduros,
pero luego se separan y viven en solitario, en parejas o en grupos pequeños,
aunque nunca se alejan por completo del grupo matriarcal.
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